¡¡Bienvenid@s a nuestro blog!!

Somos un grupo de alumnas del Grado de Magisterio de Educación Infantil del Campus de Puerto Real (Cádiz).
Nos gustaría compartir con tod@s vosotr@s algunos temas que puedan seros útiles y de interés.
¡Esperamos que os guste!

miércoles, 28 de noviembre de 2012

TEMA 2 : DISCAPACIDAD INTELECTUAL



Por todos es conocida la interpretación que ha tenido el término discapacidad intelectual a lo largo de la historia: tonto, imbécil, etc., los exterminios a los que se les ha sometido durante años y “el tapar” a aquellas personas que lo sufrían.
Todo esto cambia sobre los años sesenta del siglo pasado, cuando varios autores (Zazzo, etc.) empezaron a explicar que son personas cuyo “desarrollo en más lento y atípico”.
Si leemos el DSM-IV, comprobamos que la definición técnica es:
Alguien con deficiencia mental es cuando se hallan dos desviaciones típicas por debajo de la media de su correspondiente población, lo que equivale a un CI inferior a 70”.
Aquí mostramos una pequeña tabla con los diferentes grados de Retraso Mental en personas, en función de su CI:
Clasificación
Weshler (WISC-R)
Grados
C.I.
RM Leve
50-55/69
RM Moderado
35-40/50-55
RM Severo
20-25/35-40
RM Profundo
Inferior 20-25

Las personas que sufren RM tienen múltiples dificultades a la hora de desenvolverse en la vida diaria: pudiendo ir desde pequeñas dificultades motrices hasta la dependencia total de una persona.
Para poder establecer el grado de RM que sufre una persona, en 1992, la American Association on Mental Retardation establece los criterios básicos de diagnóstico: las limitaciones en el funcionamiento del individuo deben considerarse en el contexto de los ambientes comunitarios típicos de sus iguales en edad y cultura; se han de tener en cuenta la diversidad cultural y lingüística; la descripción de limitaciones debe orientarse a desarrollar un perfil de los apoyos necesarios, etc.
Se trata pues, de un MODELO ECOLÓGICO Y CONTEXTUAL: no se considera que el “retraso mental” sea algo limitado a la persona, un rasgo de su personalidad, sino el resultado de la interacción entre el individuo y su entorno (Extraído textualmente de los apuntes de la asignatura).
Bajo nuestro punto de vista, la discapacidad del sujeto dependerá tanto del sus características biológicas, como del entorno en el que se desenvuelve, los apoyos que reciba, etc.
La diversidad entre las personas con DI es tan alta como la del resto de personas que no la sufren y, por tanto, su desarrollo dependerá de la historia personal evolutiva y de aprendizaje, las características propias de los contextos de desarrollo (familiar, escolar, social), los apoyos recibidos y que se están recibiendo,…
También nos gustaría señalar que las personas con DI pueden presentar:
- Retraso en el desarrollo
- Desarrollo incompleto
- Heterocromía del desarrollo
- Déficit de integración funcional
Además, también señalar que los aspectos corporales, motrices, cognitivos, lingüísticos, etc., no se van a desarrollar de la misma forma en todos los individuos con DI, ya que esto va a depender del grado que presente: leve, moderado, severo o profundo.
Evidentemente, si nosotr@s como docentes nos encontramos con niños/as que tienen DI en nuestro aula, tenemos que saber que el grado que presenten es el que va a definir las NEE que van a necesitar:
- Leve: ajustes del currículo, lenguaje correcto y sencillo, apoyos gráficos, etc.
- Moderada: control del ambiente para su adaptación, técnicas de modificación de conducta, etc.
- Severa: adquirir habilidades de aseo, desarrollo de motricidad gruesa y fina, fisioterapia, etc.
- Profunda (no creemos que estén matriculados en centros educativos “comunes”): fármacos, ayuda permanente, clima afectivo, etc.

CONSEJOS PARA DOCENTES EN LA INTERVENCIÓN CON NIÑOS/AS QUE PRESENTAN DI
Como hemos podido ver, es necesario que los docentes tengan una base en cuanto a la deficiencia intelectual en niños y niñas de edades comprendidas entre los 0 y 6 años, aunque es cierto, que en muchos casos no se conoce el diagnóstico desde un principio, o incluso hasta edades posteriores.
Los aprendizajes de los niños/as están delimitados por unas franjas de edades aproximadas, no por el simple hecho de que un niño vaya más retrasado en la adquisición de determinada habilidad, nos indica que pueda presentar una deficiencia intelectual ni muchísimo menos.
El concepto de DI ha cambiado mucho a lo largo de los años, y obviamente, ya no se utilizan términos despectivos hacia este colectivo de personas; es más, el docente tiene que verlos como un alumno más que requiere de unas ayudas o apoyos diferentes a otros, pero si nos paramos a pensarlo un momento, cada niño y cada niña requiere de unos apoyos diferentes al resto, porque todas las personas somos diferentes.
Bien es cierto, que si un niño tiene una DI, tiene que ser diagnosticada por un especialista, para que la docente pueda trabajar de la manera más adecuada con el mismo, ofreciéndole todos los recursos de los que pueda disponer, ya que como hemos visto, el alumno precisará de ayudas muy distintas en el caso que tenga un RM leve, moderado, severo o profundo.
Como puede verse anteriormente, el RM será de un grado u otro dependiendo del Coeficiente Intelectual de la persona. Pero es algo muy relativo, no podemos dejarnos llevar por el resultado obtenido en una sola prueba, por lo que si la docente en clase va notando que el niño puede alcanzar un nivel mayor o menos del que se le ha estipulado, deberá comunicarlo al psicólogo del centro o a la persona que sea necesario para que se vuelvan a realizar las pruebas correspondientes.
Tenemos que ver la DI como un aspecto positivo que nos puede aportar numerosas cosas en el grupo clase, desde conocimientos que no podríamos trabajar sin una persona con estas características hasta valores de ayuda y respeto que serán mucho mejor interiorizados por el alumnado a estas edades, por pequeños que nos parezcan.
En todo momento, el trabajo de los docentes debe ir de la mano de los de las familias, que son el agente que mejor conocen al alumno y más tiempo pasan con él. Pero existen casos en los que las familias son demasiado protectoras, e impiden al niño/a que llegue a desarrollar de manera autónoma todas las actividades de la vida cotidiana para las que el pequeño/a está capacitado, si la docente detecta esto, debería tener una conversación con mucho tacto con dichas familias (y a ser posible con la presencia del psicólogo que lleve su caso), ya que esto solo constituye un aspecto negativo en el buen desarrollo de la persona que presenta la DI.

CONSEJOS PARA LAS FAMILIAS EN LA INTERVENCIÓN CON NIÑOS/AS QUE PRESENTAN DI

    LAS FAMILIAS CON NIÑOS/AS EN EDAD ESCOLAR
    a) ESCOLARIZACIÓN EN UN CENTRO EDUCATIVO ORDINARIO.
En este punto hablaremos de las situaciones en las que se puede encontrar una familia que escolariza a su hijo o hija con discapacidad intelectual en un centro educativo ordinario. Dichas situaciones pueden ser estresantes y repercutir en el funcionamiento del sistema familiar.
Enfrentarse a la discrepancia entre su hijo o hija y el resto de sus compañeros y compañeras.
El recuerdo de que su hijo o hija es “distinto” agudiza el desconcierto y el malestar.
La respuesta emocional a ello puede ser la sobre-protección, como respuesta a las limitaciones de su hijo/a. Esta sobre protección hace que la relación padres-hijo o hija se convierta en una relación tan estrecha que el infante se ve alejado del resto de iguales, empobreciendo sus posibilidades de crecimiento y desarrollo personal e individual; por tanto debemos intentar no caer en esta sobre protección.
Recordar que sus intereses no son los mismos que los de los otros padres o madres.
En caso de que haya otros hermanos o hermanas en el mismo centro escolar, éstos pueden ser tratados por otros compañeros y compañeras como si ellos fuesen también diferentes.
La respuesta emocional de los hermanos o hermanas del alumnado con discapacidad puede pasar por el rechazo y la negación ( ocultamiento del parentesco) o por el exceso de protección (imposibilitando así la relación con otros niños o niñas).
Las reacciones emocionales ante situaciones de estrés familiar pueden ser bien distintas.
Enunciamos las más frecuentes a modo de orientación:
  • Mostrar una actitud de “despreocupación”.
En algunos casos, nos podemos encontrar con familias que no acuden a reuniones, tutorías, etc. El dolor que les supone enfrentarse a la “diferencia” es lo que las paraliza.
No estamos tratando con familias desinteresadas por la evolución de su hijo o hija; estamos frente a personas que requieren apoyo para resolver el duelo que deben afrontar en esta etapa de ciclo vital.
  • Mostrar una actitud de “hostilidad”.
Esta actitud puede provenir del miedo de los padres y madres a ser responsabilizados por el desarrollo (lento) del hijo o hija; también puede provenir de un exceso de celo en lo que al hijo o hija se refiere.
  • Mostrar una actitud “defensiva”.
Algunas familias esperan resultados muy irreales de la evolución de su hijo o hija, a causa de la dificultad para aceptar la discapacidad.

b) ESCOLARIZACIÓN EN UN CENTRO EDUCATIVO ESPECÍFICO

Algunos sinónimos del calificativo específico son: especial, determinado,… En muchas ocasiones las familias entienden que este calificativo del centro al que acude su hijo o hija es el que los acompaña a todos en casa: padres y madres “especiales”, hijo o hija con discapacidad “especial” y hermanos o hermanas “especiales”.
La orientación hacia centro específico, determina el comienzo de otro tipo de proceso, en cuyo recorrido, las familias pueden pasar por algunas de estas situaciones:
La primera visita al centro educativo.
Este momento suele resultar impactante para la mayor parte de las familias. Es el primer contacto, en muchos casos, con el “mundo de la discapacidad”, pudiendo resultar muy duro si la familia aún se encuentra elaborando la aceptación de la discapacidad de su hijo o hija.
El primer día de colegio para el hijo o hija con discapacidad.
El sistema tiene que hacer un esfuerzo de adaptación importante; el hecho de que su hijo/a sea recogido por un transporte “especial”, lleno de niños y niñas “especiales”, hace que la familia pueda sentir el estigma social.
Los primeros contactos con los profesionales son de vital importancia.
Las familias acuden al centro las primeras ocasiones expectantes y perdidas.
Las personas encargadas de realizar la acogida deben contemplar esta situación, ofreciendo a las familias un espacio en el que compartir y legitimar estas emociones.
Este momento suele ser de vital importancia, pues de él depende que la relación que comienza profesional – familia se defina desde la confianza y la empatía.

LAS FAMILIAS CON ADOLESCENTES
Este período se caracteriza porque el adolescente establece su propia identidad y se diferencia de sus padres, buscando una independencia emocional y económica.
En esta etapa nos enfrentaremos a situaciones muy variables, de las que dependerá el estado emocional de todos los miembros de la familia.
El cuerpo del hijo o hija con discapacidad va cambiando, pero no al mismo ritmo que su estado mental, emocional y social, evidenciando aún más las limitaciones que pueda presentar.
Esta etapa es muy difícil para las familias, pues empiezan a asumir que su hijo o hija dependerá toda la vida de ellos, comienzan a plantearse cuestiones relativas a la sexualidad (en el caso de las jóvenes, con miedo a posibles abusos y/o embarazos), observan cómo se queda sin amigos en el barrio, etc.
Todas estas situaciones producen un estrés considerable al sistema familiar. Si esta etapa es resuelta positivamente, sus miembros experimentan una gran satisfacción y un crecimiento y enriquecimiento importante. En caso de no hacerlo, las situaciones estresantes se pueden arrastrar a etapas posteriores, lastimando emocionalmente a todos los componentes de la familia.

ORIENTACIONES PARA LAS FAMILIAS CON MIEMBROS CON SÍNDROME DE DOWN

PAUTAS DE COLABORACIÓN
Es necesario que la familia adopte una actitud de confianza hacia el centro educativo y el profesorado y de respeto hacia la autonomía del centro.
Los docentes deben informar a la familia sobre los planes, proyectos, dificultades y demás incidencias que se producen en el proceso educativo de sus hijos o hijas y solicitar su colaboración siempre que sea necesaria.
En la propuesta de escolarización del alumnado con s.D la familia debe participar activamente en el proceso de toma de decisiones que afecten a la modalidad de escolarización.
En la comunicación escuela-familia, conviene contactar con todos el profesorado implicados en la educación del alumnado con s.D. El tutor o tutora es el responsable del proceso educativo.
El profesorado de apoyo y orientador/a comparten con el tutor/a la dinámica del aprendizaje de alumnos y alumnas con s.D y colabora en un aprendizaje cooperativo que, a su vez, crea otros apoyos naturales dentro del aula.
El diario de clase, así como la agenda, son de gran utilidad para reflejar las incidencias del aprendizaje diario en el aula, recibir las indicaciones de lo que ha de trabajar en casa o reflejar, por parte de la familia, aquellas circunstancias que interactúen mejor en el aprendizaje del alumnado, para conseguir así la generalización del aprendizaje.
En la reunión colectiva con las familias al comienzo de cada periodo lectivo, es conveniente explicar y hacerles partícipes de los objetivos, metodología y criterios de evaluación que se van a utilizar durante el mismo.


CONCLUSIÓN

Para concluir este tema procederemos a hacer una síntesis para resaltar las ideas fundamentales que este tema nos presenta:


El término discapacidad intelectual ha pasado por varias definiciones a lo largo de la historia, dado los diferentes pensamientos de la cultura de entonces hasta la actualidad.

El DSM-IV nos ofrece una definición técnica que nos hace centrar nuestra atención sobre dos desviaciones típicas; este modelo también ofrece una clasificación en la que indica los diferentes grados de RM según el cociente intelectual (Leve, Moderado, Severo, Profundo
Las personas con RM se encuentran con dificultades de todo tipo en cuanto a la vida en sociedad.
La American Association on Mental Retardation muestra un nuevo modelo sobre el retraso mental, que se denomina Modelo Ecológico y Contextual en el que se resalta la importancia del ambiente en el desarrollo de una persona, depende de la interrelación del individuo con el ambiente.
Vemos que existen una gran diversidad entre las personas con discapacidad intelectual, por lo que en su desarrollo se verá influenciado muchos factores. Estas personas pueden presentar diferentes trastornos en su desarrollo.
Nosotras como futuras docentes tenemos que saber varias intervenciones que debemos realizar con los niños de nuestra aula que presenten este trastorno, dependiendo del nivel que presenten.
Importancia de un diagnóstico precoz en estos niños y niñas para poder intervenir y ofrecerle nuestra ayuda cuanto antes desde el ámbito de la escuela que es el que nos requiere, y necesidad de un continuo seguimiento del estado del niño o niña.
Sobre este tema los docentes y demás profesionales del centro, hasta sus propios compañeros tienen que sacar lo positivo de tener la presencia de un alumno o alumna con estas características en el centro, ya que nos hará reflexionar y aprender sobre nuestra propia práctica educativa, recurriendo a intervenciones que aseguren la mayor comodidad del niño o niña en cuanto a ser uno más en la clase, y que sus compañeros también así lo consideren.
Por último, decir que desgraciadamente el proceso de inclusión de los niños y niñas con algunas dificultades es muy lento en la sociedad donde vivimos, y que existen todavía muchos pensamientos “chirriantes” sobre este tema, es nuestro deber y el todas las personas de la sociedad, concienciarnos de la responsabilidad que tenemos a la hora de desarrollar al máximo las capacidades de estos niños y de conseguir que se sientan parte de esta sociedad.

ENLACES DE INTERÉS


En este enlace encontramos: Evaluación de la conducta adaptativa de las personas con discapacidad intelectual. Valoración y usos de la escala ABS-RC: 2 Medina Gómez, Mª Begoña. Universidad de Burgos. Departamento de Ciencias de la Educación.
En esta tesis doctoral nos ofrece instrumentos para evaluar la conducta adaptativa en las personas con discapacidad intelectual, haciendo mención a la “Asociación americana de Discapacidad Intelectual y del Desarrollo.”
En este vídeo nos enseña con ayuda de la fundación once algunos casos reales de niños con discapacidad intelectual, además de que explica algunas de las causas de esta discapacidad, enfermedades asociadas, los problemas de la vida cotidiana.